Bacilo de mierda

En estos momentos me encuentro en la pavorosa encrucijada, en ese momento de dolor y capricho, de huir o aplastar, en ese momento del dilema Shevekspereano: "pistear o no pistear".

Despues de puto mes y medio de vivir a costa de ampicilina, loratadina, pseudoefedrina, afrin, paracetamol y otros cuantos menjurges naturistas me aliviane y decidi regresarme todo lo que perdi, tomar todo aquello que desprecie por la saturacion flemica en mi garganta, mear todos esos litros que no orine en arboles y bardas, eruptar aquellos gases hermanos, almas del sorbo ambarino, que jamas acariciaron mi sangrante esofago, recuperar a como diera lugar esas crudas extintas por la sobriedad patologica, deshacerme de todo ese futil dinero retenido en mi pletorica cuenta bancaria producto de la desquiciante abstinencia, y asi, me encomende a la nebulosa dicha del placer cervecil y al refugio languido y escencial del tabaco de media noche.

Aaa, el punto es que ya me estoy enfermando otra pinche vez, pero, esta maldita vez, atacare esto de otra manera, de ninguna manera interrumpire mis rituales por este bacilo culero, me dirigire a la cocina, preparare el mejor té de canela con limon y tequila, tomare un par de desenfrioles y unas cuantas aspiraciones de afrin por cada poro seran suficientes para irme de pedo esta noche y la que sigue y asi susecivamente sucesiva.

Al rayo cabrones.